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Los padres siempre están en la busqueda maneras de potenciar el desarrollo de sus hijos. Quieren que tengan la mejor concentración en el colegio, que aprendan con facilidad y que crezcan sanos y felices. En esta búsqueda, a menudo se enfocan en las vitaminas y los minerales, pero hay unos nutrientes clave que son verdaderos superhéroes para el cerebro: los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6. Si has escuchado hablar de ellos pero no tienes claro por qué son tan importantes, en este artículo te lo contaremos. 

¿Por qué el Omega 3 y 6 son Esenciales para el Desarrollo Intelectual de tus Hijos? 

 

Para entenderlo de forma simple, pensemos en el cerebro como una construcción muy compleja. Alrededor del 60% de su peso seco es grasa, y los Omega 3 y 6 son los "ladrillos" más importantes de esa estructura. No son cualquier tipo de grasa; son ácidos grasos esenciales, lo que significa que el cuerpo no puede producirlos por sí mismo. La única manera de obtenerlos es a través de la alimentación. 

 

El Omega-3, especialmente un componente llamado DHA (ácido docosahexaenoico), es un material de construcción literal para las neuronas. Ayuda a que las membranas de las células cerebrales sean flexibles y fluidas, permitiendo que los mensajes se transmitan de forma rápida y eficiente. Por otro lado, el Omega-6, como el ácido araquidónico (AA), también juega un rol vital en la estructura cerebral y en funciones como la respuesta inmunitaria.  

 

El secreto no está en consumir uno u otro, sino en mantener un equilibrio saludable entre ambos. La etapa más crítica para el consumo de estos nutrientes es durante el embarazo y los primeros años de vida, cuando el cerebro de los niños experimenta su crecimiento más explosivo. 

 

Beneficios Clave del Omega 3 y 6 para Niños 

 

Un suministro adecuado y equilibrado de estos ácidos grasos se traduce en beneficios concretos que puedes notar en el día a día de tus hijos: 

 

  • Mejora la concentración y el aprendizaje: Diversos estudios sugieren que una ingesta adecuada de Omega-3 puede tener un efecto positivo en la capacidad de atención de los niños, ayudándolos a mantenerse enfocados en sus tareas. Esto es fundamental para el rendimiento escolar y para asimilar nuevos conocimientos. 

  • Apoya la salud visual: El DHA no solo es crucial para el cerebro, sino también un componente principal de la retina. Una buena ingesta de Omega-3 es fundamental para un desarrollo visual óptimo desde la infancia. 

  • Regulación del estado de ánimo y comportamiento: La ciencia ha comenzado a explorar la conexión entre los Omega-3 y la salud mental. Un equilibrio adecuado de estos ácidos grasos puede contribuir a regular el estado de ánimo y se ha estudiado su posible rol en la reducción de comportamientos agresivos o impulsivos. 

  • Fortalece el sistema inmunológico: Los Omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias naturales, mientras que los Omega-6 participan en la respuesta inflamatoria necesaria para combatir infecciones. Un buen balance entre ambos ayuda a que el sistema de defensas del cuerpo funcione de manera eficiente. 

 

El Desafío Moderno: El Desequilibrio entre Omega 6 y 3. 

 

La dieta de nuestros antepasados, basada en alimentos silvestres y productos del mar, tenía una proporción casi perfecta de Omega-6 a Omega-3, cercana a 2:1. Sin embargo, la dieta occidental moderna ha cambiado drásticamente este panorama. Hoy, debido al alto consumo de aceites vegetales procesados (soya, maíz, girasol) y alimentos ultraprocesados, esa proporción puede llegar a ser de 20:1. 

 

Este exceso de Omega-6 puede "saturar" las vías metabólicas del cuerpo, dificultando que el Omega-3 se procese y utilice correctamente. Esto puede generar un estado pro-inflamatorio crónico en el cuerpo, que se asocia con diversos problemas de salud. Por eso, nuestro objetivo no es eliminar el Omega-6, sino aumentar activamente el consumo de Omega-3 para recuperar un equilibrio saludable. 

 

Alimentos ricos en omega 3 y 6 para incluir en la dieta de tus hijos: 

La clave está en tomar decisiones inteligentes en el día a día. Aquí te damos una guía práctica.

 

Potenciando el omega-3: los aliados del cerebro. 

 

  • Pescados grasos: Son la fuente estrella de DHA y EPA. Intenta incluir pescados como el salmón, el jurel, la sardina o el atún en la dieta de tu familia al menos dos veces por semana. Puedes prepararlos al horno, a la plancha o incluso en forma de croquetas caseras para los más mañosos. 

  • Semillas de chía y linaza: Son bombas de Omega-3 de origen vegetal. Puedes agregar una cucharada a los yogures, batidos, cereales del desayuno o incluso usarlas para hacer postres saludables como puddings. 

  • Nueces: Un puñado de nueces es una excelente colación. Son ricas en ALA, el precursor del Omega-3. Puedes ofrecerlas solas o picadas en ensaladas y postres. 

  • Palta y aceite de oliva: Aunque su aporte de Omega-3 es menor, son fuentes de grasas saludables que complementan una dieta equilibrada. 

 

Equilibrando el omega-6: consumo consciente 

 

  • Aceites vegetales: Prefiere el aceite de oliva extra virgen para aliñar y aceites como el de canola para cocinar a altas temperaturas, en lugar de abusar de los aceites de maravilla o soya. 

  • Carnes y huevos: Son fuentes importantes de Omega-6. Elige cortes de carne magros y busca huevos de gallinas de libre pastoreo si es posible, ya que suelen tener un mejor perfil de grasas. 

  • Frutos secos y semillas: El maní, las almendras y las semillas de girasol también aportan Omega-6. Son saludables, pero la clave es la variedad y el equilibrio con las fuentes de Omega-3. 

 

¿Cuánto Omega 3 y 6 necesitan tus hijos? 

 

No existe una dosis única para todos, ya que las necesidades varían con la edad y el nivel de actividad. En lugar de obsesionarse con los miligramos, los expertos recomiendan enfocarse en patrones de alimentación saludables. Una buena meta es incluir pescado graso dos veces por semana y una fuente vegetal de Omega-3 (como chía, linaza o nueces) a diario.  

 

Ante cualquier duda, la mejor recomendación es siempre consultar con tu pediatra o un nutricionista, quienes podrán darte una guía personalizada para tu hijo. 

 

Asegura que tus hijos estén recibiendo suficiente Omega 3 y 6 para un desarrollo intelectual óptimo. Revisa su dieta e incorpora más alimentos ricos en estos nutrientes. Consulta con un nutricionista para obtener recomendaciones personalizadas y descubre cómo PediaSure® puede ser un aliado en esta etapa, especialmente para complementar la nutrición de los niños más selectivos con la comida. 

 

Bibliografía: 

 

  1. 1. Singh M. Essential fatty acids, DHA and human brain. Indian J Pediatr. 2005 Mar;72(3):239-42. Review. 

  1. 2. Gillies D, et al. Polyunsaturated fatty acids (PUFA) for attention deficit hyperactivity disorder (ADHD) in children and adolescents. Cochrane Database System Review,  2012 Jul 11;(7) 

  1. 3. Omega-3 for Kids: Benefits, Side Effects, and Dosage 

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