La alimentación saludable es la base para que los niños crezcan fuertes, sanos y con energía para aprender, jugar y desarrollarse plenamente. Una dieta balanceada no solo aporta los nutrientes necesarios para el crecimiento físico, sino que también influye en su desarrollo cognitivo, su estado de ánimo y su bienestar general.
En este artículo descubrirás los nutrientes clave para una dieta equilibrada, cómo incorporarlos en la rutina diaria y estrategias prácticas para fomentar hábitos saludables en tus hijos.
Una dieta balanceada:
• Favorece el crecimiento físico: Proporciona los nutrientes necesarios para el desarrollo de huesos, músculos y órganos.
• Fortalece el sistema inmunológico: Ayuda a prevenir enfermedades y a recuperarse más rápido.
• Mejora el desarrollo cerebral: Nutrientes como los ácidos grasos omega-3 favorecen la memoria y la concentración.
• Aporta energía: Permite que los niños participen activamente en el juego, el aprendizaje y la actividad física.
• Forma hábitos saludables: La infancia es el momento clave para establecer rutinas alimenticias que perduren toda la vida.
Además, una buena alimentación ayuda a mantener un peso saludable, mejora el estado de ánimo y reduce el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes.
Son la principal fuente de energía para el cuerpo y el cerebro. Se dividen en:
• Simples: Azúcares presentes en frutas, leche y algunos vegetales.
• Complejos: Almidones y fibra presentes en cereales integrales, legumbres y verduras con almidón.
Beneficios:
• Proporcionan energía inmediata y sostenida.
• La fibra favorece la digestión y previene el estreñimiento.
• Ayudan a mantener niveles estables de azúcar en sangre.
Ejemplos:
• Frutas frescas (plátano, manzana, naranja).
• Verduras (papa, camote, maíz).
• Cereales integrales (avena, arroz integral, pan integral).
• Legumbres (lentejas, frijoles, garbanzos).
Cantidad recomendada:
• Niños de 2 a 3 años: 3 a 5 porciones diarias.
• Niños de 4 a 8 años: 4 a 6 porciones diarias.
Consejos:
• Prioriza cereales integrales sobre refinados.
• Incluye frutas y verduras en cada comida.
• Limita el azúcar añadido y los productos ultraprocesados.
Beneficios:
• Favorecen el desarrollo muscular y óseo.
• Participan en la producción de enzimas y hormonas.
• Refuerzan el sistema inmunológico.
Ejemplos:
• Origen animal: Carne magra, pescado, pollo, huevo, lácteos.
• Origen vegetal: Legumbres, soja, frutos secos, quinoa.
Cantidad recomendada:
• Niños de 2 a 3 años: 2 porciones diarias (30-60 g por porción).
• Niños de 4 a 8 años: 2 a 3 porciones diarias (60-90 g por porción).
Consejos:
• Combina proteínas animales y vegetales.
• Incluye huevo en el desayuno o la cena.
• Añade legumbres a sopas y ensaladas.
Beneficios:
• Favorecen el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso.
• Mantienen la piel y el cabello saludables.
• Proporcionan energía de larga duración.
Ejemplos:
• Aguacate.
• Aceite de oliva.
• Frutos secos y semillas.
• Pescados grasos (salmón, atún, sardina).
Cantidad recomendada:
• Niños de 2 a 8 años: 25-35% de las calorías diarias provenientes de grasas saludables.
Consejos:
• Sustituye mantequilla por aceite de oliva.
• Añade aguacate a ensaladas y sándwiches.
• Incluye pescado al menos dos veces por semana.
Beneficios:
• Calcio: Fortalece huesos y dientes.
• Hierro: Previene la anemia y transporta oxígeno en la sangre.
• Zinc: Favorece el crecimiento y la cicatrización.
Ejemplos:
• Lácteos (leche, yogur, queso).
• Verduras de hoja verde (espinaca, brócoli).
• Legumbres.
• Pescados pequeños como la anchoveta.
• Yema de huevo.
Cantidad recomendada:
• Calcio: 700-1000 mg/día.
• Hierro: 7-10 mg/día.
• Zinc: 3-5 mg/día.
Consejos:
• Ofrece lácteos en cada comida.
• Combina alimentos ricos en hierro con vitamina C para mejorar su absorción.
• Incluye frutos secos y semillas como snacks saludables.
Beneficios:
• Refuerzan el sistema inmunológico.
• Favorecen el crecimiento y desarrollo celular.
• Mejoran la visión, la piel y la salud ósea.
Ejemplos:
• Vitamina A: Zanahoria, camote, espinaca.
• Vitamina B: Carnes, huevos, cereales integrales.
• Vitamina C: Cítricos, kiwi, fresas.
• Vitamina D: Pescado, huevos, lácteos fortificados.
• Vitamina E: Frutos secos, aceites vegetales.
• Vitamina K: Verduras de hoja verde, brócoli.
Cantidad recomendada:
• Varía según la vitamina y la edad del niño. Consultar con un pediatra para recomendaciones personalizadas.
Consejos:
• Incluye frutas y verduras de diferentes colores.
• Expón a los niños al sol de forma segura para favorecer la síntesis de vitamina D.
• Alterna entre diferentes fuentes de proteína para obtener variedad de vitaminas del grupo B.
• Dar el ejemplo: Los niños imitan lo que ven, así que come saludable frente a ellos.
• Involucrarlos en la cocina: Permite que ayuden a elegir y preparar alimentos.
• Presentar los alimentos de forma atractiva: Usa colores, formas y presentaciones divertidas.
• Crear un ambiente agradable para comer: Sin pantallas y con un espacio limpio y ordenado.
• Establecer horarios regulares: Comer a la misma hora ayuda a evitar snacks poco saludables.
• Limitar azúcares y ultraprocesados: Prioriza alimentos frescos y naturales.
Asegúrate de que tus hijos estén recibiendo todos los nutrientes que necesitan para crecer fuertes y sanos. Revisa su dieta y consulta a un nutricionista si tienes dudas. Y no olvides que PediaSure® puede ser un complemento nutricional para asegurar que reciban todos los nutrientes esenciales. Visita Abbott Contigo para obtener más información sobre nutrición infantil y productos que apoyan el desarrollo saludable.