Las proteínas son uno de los nutrientes más importantes para el desarrollo infantil. Imagina que el crecimiento de tu hijo es como la construcción de un edificio: las proteínas son como esos ladrillos que forman la estructura.
• Forman y reparan tejidos, huesos, músculos y órganos.
• Participan en la producción de enzimas y hormonas.
• Transportan nutrientes y oxígeno a través de la sangre.
• Contribuyen al desarrollo de un sistema inmunológico fuerte.
En la infancia, una dieta deficiente en proteínas puede afectar el crecimiento físico, el desarrollo cognitivo y la conducta. Según especialistas en nutrición, una ingesta insuficiente de proteínas en niños puede traducirse en un crecimiento más lento, menor masa muscular, problemas de concentración y mayor vulnerabilidad a enfermedades.
La cantidad de proteína que un niño necesita depende de su edad, peso, nivel de actividad física y estado de salud. Sin embargo las recomendaciones generales de ingesta diaria de proteínas, según organismos internacionales y las Guías Alimentarias para la población mexicana, son:
• Niños de 1 a 3 años: 13 gramos por día.
• Niños de 4 a 8 años: 19 gramos por día.
• Niños de 9 a 13 años: 34 gramos por día.
Una forma práctica de calcularlo es considerar entre 1 y 1.5 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día. Sin embargo, lo ideal es que un profesional de la salud evalúe las necesidades específicas según sea el caso de tu hijo.
Son las que llaman proteínas completas, es decir, contienen todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo no puede producir por sí mismo. Entre las principales fuentes se encuentran:
• Carne magra (pollo, pavo, res en cortes magros).
• Pescado (atún, salmón, sardina).
• Huevos.
• Lácteos (leche, yogur, queso).
Aunque muchas proteínas vegetales no contienen todos los aminoácidos esenciales, combinarlas adecuadamente puede lograr un perfil completo. Las fuentes recomendadas son:
• Leguminosas (frijoles, lentejas, garbanzos, habas).
• Cereales integrales (arroz integral, avena, quinoa).
• Frutos secos y semillas (almendras, nueces, chía, linaza).
• Tubérculos como la papa y el camote.
Las proteínas animales ofrecen una alta biodisponibilidad y aportan hierro hemo, calcio y vitamina B12, nutrientes esenciales para el crecimiento. Sin embargo, un consumo excesivo de carnes rojas y procesadas puede aumentar el riesgo de enfermedades a largo plazo.
Las proteínas vegetales, por su parte, aportan fibra, antioxidantes y menor contenido de grasas saturadas, además de tener un menor impacto ambiental. Las Guías Alimentarias para la población mexicana recomiendan reducir el consumo de carne de res y procesada y aumentar el consumo de leguminosas, huevo, pollo y pescado.
El Plato del Bien Comer, incluido en las Guías Alimentarias mexicanas, es una herramienta visual que ayuda a planificar comidas equilibradas y sostenibles. Según esta guía:
• 50% del plato debe contener frutas y verduras de temporada y producción local.
• 22% granos y cereales.
• 15% leguminosas, que son una fuente importante de proteína vegetal.
• 8% alimentos de origen animal, que aportan proteínas completas.
• 5% aceites y grasas saludables, sin sellos y en su forma natural.
Este esquema no solo asegura un aporte adecuado de proteínas, sino que también promueve la variedad y el equilibrio, evitando el exceso de grasas saturadas y azúcares añadidos.
Incluye opciones como huevos revueltos con verduras, yogur natural con frutas y avena, o un batido con leche y mantequilla de maní.
Combina proteínas animales o vegetales con verduras y cereales integrales, por ejemplo, pollo a la plancha con arroz integral y ensalada.
Opta por sopas de lentejas, tortillas de maíz con frijoles y queso, o pescado al horno con puré de papa.
Ofrece frutos secos, hummus con bastones de zanahoria, o queso bajo en grasa con galletas integrales.
En algunos casos, los niños pueden tener dificultades para alcanzar sus requerimientos diarios de proteína solo con la dieta. PediaSure® ofrece una solución práctica, aportando 7 gramos de proteína por porción, provenientes de leche, suero y soya, lo que asegura un perfil completo de aminoácidos esenciales. Además, incluye vitaminas y minerales que apoyan el crecimiento y desarrollo integral.
Las proteínas son esenciales para el crecimiento, el desarrollo muscular, la salud ósea y el sistema inmunológico de los niños. Asegurar una ingesta adecuada, variando entre fuentes animales y vegetales, es clave para su bienestar presente y futuro. Siguiendo las recomendaciones del Plato del Bien Comer y las Guías Alimentarias para la población mexicana, los padres pueden garantizar una dieta equilibrada y sostenible.
Asegura que tus hijos estén recibiendo suficiente proteína en su dieta para un crecimiento y desarrollo óptimos. Revisa su alimentación, incorpora más alimentos ricos en proteínas y consulta con un nutricionista para obtener recomendaciones personalizadas. Descubre cómo PediaSure® puede ser un aliado en esta etapa para complementar su nutrición de forma segura y deliciosa.
1 - Ann Burgess, Consultore de la FAO; Peter Glasauer, Dirección de Nutrición y Protección del Consumidor, FAO. 20 de septiembre 2018. Nutrientes en los alimentos.FAO. Recuperad de: http://www.fao.org/docrep/008/y5740s/y5740s00.htm
2 - UNIR. Especialización Experto Universitario en Nutrición Deportiva. Tema 3: Nutrientes energéticos. Pag. 20. 2017
Jorge Dieter, experto en nutrición y docente universitario de México.