Entre los 3 y 5 años, tu pequeño vive una etapa de grandes cambios: crece, desarrolla nuevas habilidades, se vuelve más independiente y comienza a interactuar más con el mundo que lo rodea. En esta etapa, su alimentación, su sistema digestivo, su sistema inmunológico y su desarrollo integral requieren de atención especial para que siga creciendo sano y feliz.
Ahora que tu hijo ya está completamente integrado a la dieta familiar, es fundamental incluir alimentos ricos en nutrientes clave para su crecimiento. Estos nutrientes incluyen fibra, probióticos, ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, DHA, vitaminas y minerales esenciales.
Ofrécele frutas y verduras de diferentes colores cada día. Incluye una porción en cada comida y, siempre que sea posible, dáselas enteras en lugar de en jugos para conservar la fibra.
Prefiere las versiones integrales sobre las refinadas. Ajusta las porciones a su edad y nivel de actividad física.
Opta por carnes magras y pescado preparado al horno, a la parrilla o cocido. Incluye leguminosas como frijoles, lentejas o garbanzos al menos dos veces por semana.
Incluye leche, yogur o queso a diario, preferiblemente bajos en grasa y en cantidades adecuadas para su edad.
Asegúrate de incluir grasas saludables provenientes de pescado y aceites vegetales, evitando grasas saturadas y trans presentes en alimentos procesados.
A esta edad, tu hijo está más expuesto a virus y bacterias debido a su interacción en la escuela, el parque y otros entornos sociales. Y su sistema inmunológico es la defensa natural contra estos agentes.
Que su alimentación sea balanceada es clave para el desarrollo y funcionamiento óptimo de las defensas. La leche materna, durante los primeros meses de vida, le aporta nutrientes esenciales como los HMOs (Oligosacáridos de la Leche Humana), que son el tercer componente más abundante de tu leche materna y actúan como prebióticos, favoreciendo su salud digestiva y fortaleciendo su sistema inmune.
• Lávale frecuentemente las manos.
• Mantente al día en su esquema de vacunación.
• Evita que tenga contacto con niños enfermos.
• Mantén su dieta rica en frutas, verduras, proteínas y lácteos.
Si su pediatra lo recomienda, puedes incluir fórmulas especialmente diseñadas para su edad que contengan HMOs, como Similac® 3, que además al ser libre de oleína de palma, favorece una digestión más fácil y una mejor absorción de calcio.
Entre los 3 y 5 años, tu hijo va perfeccionando habilidades motoras como correr, saltar, lanzar y atrapar. Además, empieza a realizar dos acciones a la vez, como hablar mientras juega.
En esta etapa comienza a compartir sus juguetes, a interactuar con amigos y mostrar empatía hacia lo que le rodea. Así que por fortuna el egoísmo característico de los 2 años empieza a disminuir.
Su vocabulario se expande rápidamente y sus frases son más claras. Ahora los dibujos y garabatos se vuelven más definidos, reflejando su creatividad y capacidad para expresarse.
Ahora no quiere tu ayuda, quiere vestirse solo, elegir su ropa y realizar tareas cotidianas como lavarse los dientes o comer sin ayuda. Y sí, aunque sus elecciones de ropa puedan ser peculiares, es importante que le permitas tomar decisiones que fomenten su identidad.
Acompáñalo en este proceso, escúchalo y dale confianza para expresarse. No lo reprimas, ya que esto puede afectar su autoestima. Ayúdalo cuando lo necesite, pero también permítele intentar por sí mismo.
Los Oligosacáridos de la Leche Humana (HMOs) son compuestos presentes de forma natural en la leche materna que actúan como prebióticos, alimentando las bacterias beneficiosas del intestino y fortaleciendo el sistema inmune.
• Favorecen que tenga una microbiota intestinal saludable.
• Refuerzan sus defensas naturales.
• Contribuyen a que tenga una digestión más fácil.
Similac® 3 ahora incluye 5 de los HMOs más abundantes de la leche materna, científicamente desarrollados para apoyar las defensas y la salud digestiva de tu hijo mientras sigue creciendo. Además, su mezcla de grasas es libre de oleína de palma, lo que ayuda a una digestión más fácil y a una mejor absorción de calcio.
Entre los 3 y 5 años, tu hijo vive una etapa clave para su desarrollo físico, emocional y social. Una alimentación balanceada, hábitos de higiene y el apoyo de fórmulas infantiles con HMOs pueden ayudar a fortalecer su sistema inmune y favorecer su crecimiento.
Consulta siempre con tu pediatra para asegurarte de que su dieta cubre todas sus necesidades. Y recuerda que con Similac® estamos para acompañarte con opciones nutricionales diseñadas para cada etapa de tu pequeño.