Las flatulencias suelen ser muy comunes en los bebés. ¿Sabes cuáles son las causas y las formas de aliviar y prevenir los gases en los niños?
Los gases en niños pequeños suelen ser una molestia muy común. En la mayoría de los casos no es causa de preocupación, pero sí genera una molestia que, incluso, puede llevarte hasta la consulta pediátrica.
Aunque los gases son parte natural del proceso de digestión, es posible que causen dolor al bebé cuando están atrapados o no se mueven con facilidad a través del sistema digestivo. Por eso, te decimos la causa de los gases en niños y cómo aliviarlos.
Cuando tu pequeño come, también ingresa aire a su sistema. Este aire contiene gases como el nitrógeno y el oxígeno. Así que mientras digiere, parte de estos gases viajan por su aparato digestivo y posteriormente escapan como eructos o flatulencias.
Sin embargo, puede pasar que haya exceso de gases en el intestino durante la digestión y que estos no puedan ser expulsados con normalidad. Esto causa molestias como la hinchazón, el dolor abdominal, los retortijones y los cólicos.
Son varias las acciones que puedes tomar para ayudar a tu bebé con los gases. Las hemos dividido en secciones:
Está atenta a la postura de tu bebé al comer y tu propia postura mientras lo alimentas:
• Al lactar, el bebé debe estar inclinado cerca de tu pecho, no del todo acostado.
• Se debe garantizar el adecuado sello de la boca contra el seno materno.
• Si ya tiene más de seis meses y está comiendo papillas es importante que esté sentadito.
Ayuda a tu bebé a tomar menos aire garantizando que el chupo siempre este lleno de leche y no dejando que contenga aire, para lograrlo debe siempre sostenerse el biberón con la inclinación adecuada que garantice cubrir de leche todo el chupo.
Si el bebé suelta el seno materno y el tetero, déjalo descansar, ponlo en posición vertical un momento y si crees que no ha terminado de comer intenta de nuevo que tome el seno o biberón.
Hay varias maneras de sacar los gases a tu bebé:
1. Carga a tu bebé y recuéstalo sobre tu pecho procurando que su cabecita quede por encima de tu hombro.
2. Estimula la su espalda con la palma de tu mano de forma muy suaves ahuecando tu mano.
3. El estímulo puede ser toques intermitentes, suaves y continuos.
4. El estímulo puede ser de modo ascendente, desde la base de su espalda hasta su cuello para facilitar la salida de los gases.
1. Sienta a tu bebé en tus piernas o en una superficie.
2. Coloca una mano en su pecho para sostenerlo.
3. Con la otra mano da estímulos en su espalda.
1. Ubica a tu bebé boca abajo sobre tus piernas.
2. Su pancita debe quedar sobre uno de tus muslos para ejercer una presión leve.
3. Da estímulos en su espalda.
Haz masajes en su abdomen en el sentido de las agujas del reloj para relajar sus intestinos y así facilitar la expulsión de los gases. Sigue estos pasos:
1. Con las puntas de tus dedos haz masajes de arriba abajo en su pancita.
2. Haz pequeños círculos alrededor de su ombligo en el sentido de las agujas del reloj.
3. Acuéstalo sobre una superficie, toma sus piernas y pégalas contra su abdomen. Esto incentivará la salida de los gases.
Procura alimentar a tu bebé con calma, sin sobresaltos y sin estar en constante movimiento.
Ten en cuenta que puede haber gases por tres razones principales: porque entra mucho gas al cuerpo; porque sale poco o porque tu hijo esté fabricando mucho gas debido a la alimentación.
La causa de que entren muchos gases, es que el niño al comer no hace un buen sello con la boca en el pezón o porque al tomar el biberón el chupo no está lleno de leche e ingiriere aire. En este caso, evaluar la técnica de alimentación, el sello oral y la posición del biberón, así como procurar darle de comer tranquilo y evitar el llanto durante la alimentación.
Algunos bebés tienen disquecia que es una incapacidad de relajar los músculos de su colita para permitir la salida fácil de los gases y la materia fecal. Esta retención produce distensión abdominal y dolor. Para esto los masajes abdominales y la flexión de las piernas ayudan con la relajación y eliminación del contenido de la colita.
Si este es el caso de tu hijo, puede que se deba a dos situaciones. La primera es la alteración de la flora intestinal, donde los microorganismos que normalmente están en el intestino cambian por unos que producen muchos gases.
La segunda situación por la que se producen muchos gases es porque tu hijo no es capaz de digerir adecuadamente alguno de los alimentos que está consumiendo. Es lo que se conoce como intolerancia.
Si tu bebé está alimentado con leche materna debes continuarla garantizando una buena técnica de lactancia, si esta con fórmula el cambio a una fórmula baja en lactosa puede ayudar a disminuir la producción de gases y si está con alimentación complementaria identificar los alimentos que le producen mucho gas puede ayudarte a ajustar su dieta.