¿Tú bebé está llorando muy intensamente y sin alguna razón aparente? Conoce qué son los cólicos en bebés, sus síntomas y qué debes hacer si tiene cólicos.
Los bebés pueden llorar por muchas razones, pero hay un tipo de llanto continuo que comienza y termina repentinamente, el cual puede ser indicativo de cólico del lactante.
Aproximadamente uno de cada cinco bebés sufre de cólicos y estos episodios suelen ser muy angustiantes para los padres. En primer lugar, porque no saben la razón del llanto y no encuentran la forma de calmarlo y, en segundo lugar, porque suelen producirse durante la tarde-noche cuando todos se sienten más cansados.
El cólico es un comportamiento de llanto e incomodidad que los cuidadores no pueden predecir, evitar ni controlar.
• Tu bebé puede empuñar sus manitas, encoger sus piernas y poner tenso su abdomen.
• Se hace notar con un llanto más intenso y con un tono más alto de lo normal.
• Son episodios son: no predecibles, no evitables, que no se controlan con los cuidados habituales.
• Su duración es variable en los días y semanas.
Aunque las causas de los cólicos no están del todo claras, algunas hipótesis plantean que tienen que ver con la inmadurez del tracto digestivo y la sensibilidad de este.
También se manejan causas como las alteraciones en la relación cuidador-bebé; cambios del soporte familiar y social de los cuidadores y el cansancio que toda la nueva situación genera.
A los investigadores les resulta difícil explicar todas las características importantes como, por ejemplo, por qué los cólicos suelen presentarse por primera vez a finales del primer mes de vida; cómo varían entre cada bebé; por qué surgen en momentos específicos del día; y por qué dejan de presentarse al pasar del tiempo.
Sin embargo, es conveniente conocer algunas de las causas que, hasta ahora, se han considerado:
• El aparato digestivo del bebé no se ha desarrollado por completo en la primera etapa de vida.
• Desequilibrio de bacterias saludables en el tracto digestivo del infante.
• Alergias alimentarias o intolerancias a alimentos específicos.
• Alimentación en alguno de los dos extremos: en exceso o insuficiente.
• El bebé produce muchos gases.
• Estrés, cansancio de los cuidadores y del bebé
• Inadecuado soporte familiar y social.
Lo primero, es consultar al pediatra para asegurarte de que el bebé tiene un buen crecimiento, desarrollo y no tiene ninguna enfermedad que requiera un manejo específico. Además, hay acciones que te ayudarán a aliviar un poco la incomodidad que experimenta un bebé con cólicos.
• No alimentes en exceso al bebé, esto podría aumentar los episodios de regurgitaciones y molestia.
• Establece rutinas para las horas del día en que suelen aparecer los cólicos, por ejemplo, dar un paseo en coche o carrito, pues el movimiento lo tranquilizará.
• Acunarlo mientras escucha un sonido rítmico constante, como una música suave o un tic-toc de un juguete.
• En el caso de los bebés de menos de dos meses, puede funcionar una reducción de la estimulación ambiental. Ubícate con él en un lugar con menos ruido, más calmado para el bebé.
• Cambia la posición en la que está el bebé, masajea su abdomen suavemente y sus extremidades.
• Busca compañía para los momentos de cólico, asegúrate de tener un ambiente de apoyo y cuidado para el bebé.