El envejecimiento saludable es un concepto que cobra relevancia a medida que avanzamos en la vida. A todos nos gustaría disfrutar de una vejez llena de vitalidad, bienestar y plenitud.
Pero ¿qué implica realmente el envejecimiento saludable y cómo podemos asegurarnos de envejecer de manera activa?
La Organización Mundial de la Salud lo define como: el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez. No se trata solo de vivir más años, sino de vivir esos años con vitalidad y bienestar. Implica adoptar hábitos y prácticas que fomenten un envejecimiento saludable, permitiendo a las personas mantenerse activas, independientes y comprometidas con la vida a medida que envejecen. Adicionalmente, no solo se trata de cómo vivimos el envejecimiento sino también cómo nos preparamos para llegar allá. Así que el término envejecimiento saludable se une al concepto de vida saludable.
Dominios de la capacidad Intrínseca:
Capacidad locomotriz (Ejercicio)
Capacidad cognitiva (Ejercicios mentales, memoria…)
Capacidad psicológica (Salud mental)
Capacidad visual y auditiva (Controles periódicos y manejo, lentes y audífonos)
La salud mental desempeña un papel crucial en el envejecimiento saludable. Mantener una mente activa y comprometida puede ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y promover una calidad de vida óptima. Participar en actividades intelectuales, como la lectura, los juegos mentales y la socialización, puede estimular el cerebro y mantenerlo ágil a lo largo de los años.
Una alimentación equilibrada y nutritiva es fundamental para el envejecimiento activo. Consumir una variedad de alimentos ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes puede fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la función cerebral y mantener la energía. Priorizar la ingesta de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede contribuir a un envejecimiento saludable y lleno de vitalidad.
En algunos casos, los suplementos alimenticios pueden ser una opción para asegurar la ingesta adecuada de nutrientes esenciales. A medida que envejecemos, nuestras necesidades nutricionales pueden cambiar, y los suplementos pueden ayudar a cerrar cualquier brecha nutricional.
La actividad física regular es un pilar fundamental del envejecimiento activo y saludable. Mantenerse activo puede mejorar la salud cardiovascular, fortalecer los músculos y huesos, y contribuir a un estado de ánimo positivo. Las opciones de actividad física son variadas y pueden incluir caminatas, natación, yoga, ejercicios de resistencia y más. Es importante encontrar actividades que sean adecuadas para tu nivel de condición física y preferencias personales.
Adoptar hábitos saludables en la juventud y mantenerlos a lo largo de la vida puede marcar la diferencia en la forma en que envejecemos. La inversión en nuestra salud física y mental hoy puede recompensarnos con una vejez llena de energía, vitalidad y disfrute.
La clave está en adoptar un enfoque integral que priorice la salud en todas sus dimensiones. Al hacerlo, estaremos dando pasos importantes hacia un envejecimiento lleno de vitalidad y bienestar.
Bibliografía:
1. Revistadepsicologiayeducacion.es. Disponible en: http://www.revistadepsicologiayeducacion.es/pdf/68.pdf
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4. Hábitos para un envejecimiento activo y saludable [Internet]. Geriatricarea. 2019. Disponible en: https://www.geriatricarea.com/2019/02/07/habitos-para-un-envejecimiento-activo-y-saludable/
5. Revistadepsicologiayeducacion.es. Disponible en: https://www.revistadepsicologiayeducacion.es/pdf/68.pdf