Una alimentación balanceada es fundamental para el óptimo desarrollo físico e intelectual de los pequeños. ¿Te has preguntado cómo estás enseñando a comer a tus hijos? Conoce la importancia de los hábitos alimenticios para niños y descubre algunos tips claves para promoverlos desde la infancia.
Todo es cuestión de educación y costumbre. Los padres tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos a comer equilibradamente desde pequeños.
Ten presente que la relación del niño con la comida comienza desde el vientre materno, ahí degustan el líquido amniótico y perciben sus primeros sabores. Esto va a continuar durante la lactancia, cuando la leche materna le traerá el sabor de lo que la madre coma. Incluso, cuando el niño huele lo que comes y te observa hacerlo, estás enseñándole hábitos alimenticios.
Por eso, inculcarle buenos hábitos alimenticios será una de las cosas más valiosas que podrás enseñarles y que los beneficiará por el resto de sus vidas.
Un hábito alimenticio es la forma de comer que se adquiere desde la primera infancia por repetición y es de carácter espontáneo. Es decir, no tiene que ser forzado ni impuesto, pues comer sana y disciplinadamente debe ser parte de la cotidianidad para el niño.
Esto llevará a tu hijo a preferir y consumir determinados alimentos sobre otros.
Además del tipo de alimento, los hábitos también abarcan aspectos como respetar el momento de la comida y tener horarios fijos para alimentarse. ¿Crees que tu bebé aún es muy pequeño para aprender hábitos? Nunca es demasiado temprano para establecer rutinas.
Recuerda que la infancia es la etapa ideal para adquirir unos buenos hábitos alimenticios en niños y la familia tiene una gran influencia.
Lo ideal es tener una dieta variada en el embarazo y dar de lactar hasta los dos años, como mínimo.
De acuerdo con la FAO, a partir de los seis meses, los bebés ya son capaces de comer y digerir otros alimentos en forma de puré y papillas. A partir de esta edad, los bebés necesitan alimentación añadida que contenga hierro, zinc y otros nutrientes que se encuentran en la comida sólida.
Se recomienda que empiecen comiendo cantidades pequeñas (una o dos cucharaditas) de carne o pollo molidos o en papilla. Posteriormente, pueden ir aumentando de forma progresiva la cantidad hasta aproximadamente media taza y agregar mayor cantidad de alimentos ricos en nutrientes como frutas o verduras, cereales y progresivamente incorporar todos los alimentos de la dieta familiar, sin agregar sal ni azúcar durante el primer año de vida.
AVISO IMPORTANTE: La leche materna es el mejor alimento para el lactante y debe ser exclusiva durante los primeros 6 meses de vida para lograr todos los beneficios nutricionales e inmunológicos del lactante menor. Una buena alimentación de la madre es importante para la preparación y mantenimiento de la lactancia materna. Introducir alimentación parcial o total con biberón incide negativamente en la calidad y cantidad de la lactancia materna y reversar la decisión de no amamantar es difícil. Las implicaciones sociales y financieras de la alimentación con fórmula deben tenerse en cuenta cuando se decide utilizar este método de alimentación. Cualquier uso inapropiado o innecesario de las fórmulas infantiles puede conllevar a riesgo en la salud.
Bibliografía